El Aumento en la Demanda de Energía: Retos y Oportunidades para México

En el panorama energético actual, el incremento en la electrificación y la demanda de energía se ha convertido en una tendencia ineludible, impulsada por la digitalización, el crecimiento de la movilidad eléctrica y la necesidad de enfrentar fenómenos climáticos extremos. En la última década, el uso de electricidad ha crecido al doble del ritmo de la demanda energética general, con dos tercios de este aumento proveniente de China, de acuerdo a la AIE (Agencia Internacional de Energía). Este crecimiento plantea desafíos significativos para México, donde la infraestructura eléctrica debe modernizarse y adaptarse a una demanda en constante expansión.

La creciente necesidad de energía eléctrica no solo responde a un aumento en la población y la economía, sino también a la electrificación de sectores clave como el transporte y la refrigeración. Se espera que, para 2035, la demanda eléctrica global aumente en un 6%, generando una presión adicional sobre los sistemas de generación y transmisión. Para México, esto significa que debe realizar inversiones significativas en infraestructura para asegurar un suministro confiable y de calidad, evitando interrupciones que puedan afectar tanto a hogares como a industrias.

Asimismo, la transición hacia energías limpias juega un papel vital en este contexto. A medida que la demanda de electricidad crece, también lo hace la oportunidad de diversificar la matriz energética hacia fuentes renovables. Invertir en tecnologías limpias no solo permitirá a México satisfacer la creciente demanda, sino que también contribuirá a reducir las emisiones de carbono y a cumplir con sus compromisos internacionales en términos de cambio climático. La integración de energías renovables, como la solar y la eólica, en el sistema eléctrico es esencial para garantizar un suministro sostenible y asequible.

Finalmente, la modernización de la infraestructura eléctrica y el impulso a las energías limpias deben ir acompañados de un enfoque colaborativo entre el sector público y privado. Es indispensable adoptar modelos innovadores de financiamiento que promuevan la inversión en proyectos de electrificación y energías renovables. De esta manera, México no solo podrá enfrentar el desafío del aumento de la demanda energética, sino que también podrá avanzar hacia un sistema energético más resiliente y sostenible, beneficiando a su economía y a la calidad de vida de sus ciudadanos.

Suscríbete y recibe gratis nuestra revista