Por Energy Insights
Introducción
Según datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2024 se observó un fuerte incremento en la demanda de minerales energéticos clave. Específicamente, la demanda de litio creció casi un 30%, superando el promedio anual del 10% registrado durante la década de 2010. Asimismo, la demanda de níquel, cobalto, grafito y tierras raras aumentó entre un 6% y un 8% en el mismo año. Este notable crecimiento fue impulsado principalmente por el uso en vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento en baterías, energías renovables y redes eléctricas.
En el caso particular del cobre, su demanda se fortaleció gracias a la rápida expansión de las inversiones en redes eléctricas en China, convirtiéndose en el mayor factor de impulso durante los últimos dos años. Además, el sector energético ha representado el 85% del incremento total en la demanda de metales esenciales para baterías como litio, níquel, cobalto y grafito; de acuerdo con la AIE.
Análisis de Mercado
A pesar del rápido incremento en la demanda de minerales, los significativos aumentos en la oferta, liderados por China, Indonesia y la República Democrática del Congo, han ejercido presión a la baja sobre los precios, sobre todo en el caso de los metales para baterías. La producción acelerada de estos metales ha evidenciado la capacidad del sector para expandir la oferta más rápidamente que en el caso de metales tradicionales como el cobre y el zinc. Desde 2020, el crecimiento de la oferta de metales para baterías ha duplicado el ritmo observado al final de la década de 2010. Como consecuencia de los considerables aumentos de precios experimentados en 2021 y 2022, los valores de los minerales energéticos clave han continuado disminuyendo, regresando a niveles anteriores a la pandemia. El precio del litio, que se había multiplicado por ocho en 2021-2022, cayó más del 80% desde 2023, y los precios del grafito, cobalto y níquel disminuyeron entre un 10% y un 20% en 2024.
A pesar de las expectativas de crecimiento futuro, las actuales decisiones de inversión enfrentan significativas incertidumbres de mercado y económicas. En 2024, el impulso inversor en el desarrollo de minerales críticos se debilitó, reflejando un aumento del gasto de apenas el 5% en comparación con el 14% de 2023. Al ajustar por inflación de costos, el crecimiento real de la inversión fue solo del 2%. La actividad en exploración se estancó, deteniendo la tendencia ascendente que se observaba desde 2020. Aunque el gasto para la exploración de litio, uranio y cobre continuó creciendo, disminuyó significativamente en níquel, cobalto y zinc. El financiamiento para nuevas empresas también muestra signos de desaceleración, ya que los actuales bajos precios de los minerales no están incentivando claramente las inversiones, y los proyectos de nuevas compañías han sido los más afectados por la incertidumbre predominante.
El Reto de la Diversificación
Aunque la diversificación es crucial para la seguridad energética, el sector de minerales críticos ha seguido una trayectoria opuesta en los últimos años, especialmente en el refinado y procesamiento. Entre 2020 y 2024, el crecimiento de la producción de materiales refinados se ha concentrado significativamente en unos pocos proveedores principales. Este fenómeno ha incrementado la concentración geográfica del refinado en casi todos los minerales críticos, con el níquel y el cobalto como casos destacados. El porcentaje de mercado de los tres principales países refinadores de minerales energéticos clave aumentó del 82% en 2020 al 86% en 2024, impulsado por un solo proveedor predominante: Indonesia para el níquel, y China para el cobalto, grafito y tierras raras; de acuerdo con la AIE.
Según la AIE, el avance hacia cadenas de suministro de refinado más diversificadas será lento. Para 2035, se proyecta que la cuota de mercado de los tres principales proveedores de materiales refinados apenas disminuya al 82%, regresando a niveles de concentración de 2020. China no solo domina el refinado: dos tercios del crecimiento global en capacidad de reciclaje de baterías desde 2020 también se han concentrado en el país asiático.
La minería sigue una tendencia similar, aunque menos concentrada que el refinado. Recientemente, las principales fuentes de crecimiento en producción minera han sido países como la República Democrática del Congo para el cobalto, Indonesia para el níquel y China para grafito y tierras raras. Así, la cuota de mercado de los tres principales países mineros aumentó del 73% en 2020 al 77% en 2024. El litio sobresale como excepción, con un crecimiento significativo proveniente de nuevos productores como Argentina y Zimbabue. De cara al futuro, se anticipa cierta diversificación en la minería de litio, grafito y tierras raras; sin embargo, se espera que la concentración geográfica aumente para cobre, níquel y cobalto. En general, se proyecta que la cuota de los tres principales productores disminuya levemente, regresando a niveles similares a 2020, reflejando una tendencia similar a la del refinado.
El Reto de la Disponibilidad
Los balances proyectados entre oferta y demanda hasta 2035 muestran mejoras respecto a años anteriores, aunque persisten preocupaciones significativas, especialmente en el caso del cobre. El aumento en los anuncios de nuevos proyectos mineros y de refinado indica un potencial incremento en los volúmenes de producción futura. Para minerales como níquel, cobalto, grafito y tierras raras, se espera que la oferta proyectada cumpla con las demandas futuras, siempre que los proyectos planeados se ejecuten a tiempo según las políticas actuales.
Sin embargo, el cobre y el litio presentan retos importantes. A pesar de la fuerte demanda de cobre, impulsada por la electrificación, la cartera actual de proyectos mineros sugiere un posible déficit del 30% para 2035, debido a factores como la disminución en la cantidad de mineral por tonelada extraída, mayores costos de capital, escasez de nuevos descubrimientos y largos plazos de desarrollo. En cuanto al litio, aunque en el corto plazo el mercado parece bien abastecido, se anticipa que la rápida expansión de la demanda durante la próxima década podría generar un déficit en ese período. Sin embargo, las perspectivas para nuevos proyectos de litio son mucho más alentadoras que las existentes para el cobre.
Las Restricciones Comerciales y de Producción
Aunque los mercados actuales parecen bien abastecidos, las restricciones a la exportación y los riesgos para la seguridad del suministro están en aumento. La creciente concentración de la oferta ha llevado a la implementación de numerosas medidas de control de exportaciones, principalmente desde 2023. De acuerdo con la AIE, en diciembre de 2024, China limitó la exportación de galio, germanio y antimonio hacia Estados Unidos, minerales esenciales para la producción de semiconductores. A principios de 2025, se añadieron restricciones al tungsteno, telurio, bismuto, indio, molibdeno y a siete elementos pesados de tierras raras. Además, en febrero de 2025, la República Democrática del Congo anunció una suspensión de exportaciones de cobalto por cuatro meses para frenar la caída en los precios. Actualmente, más de la mitad de un amplio grupo de minerales energéticos están sujetos a controles de exportación, los cuales se están expandiendo en alcance, incluyendo no solo materiales en bruto y refinados, sino también tecnologías de procesamiento, como las relacionadas con el refinado de litio y tierras raras.
La alta concentración del mercado aumenta significativamente la vulnerabilidad ante interrupciones de suministro, especialmente si se afecta a los principales países productores. Cuando se excluye al mayor proveedor, China, los balances globales se alteran drásticamente. Para los metales de baterías y tierras raras, la oferta fuera del principal productor cubre en promedio solo la mitad de la demanda restante proyectada para 2035. Esto evidencia que, incluso en mercados aparentemente bien abastecidos, las cadenas de suministro de minerales críticos son muy susceptibles a choques de oferta, ya sea por eventos climáticos extremos, fallos técnicos o interrupciones comerciales.
Un disruptor en el suministro puede tener efectos amplios, elevando los precios al consumidor y reduciendo la competitividad industrial. Un choque sostenido en la disponibilidad de metales para baterías podría incrementar los precios promedio de los paquetes de baterías entre un 40% y un 50%. Además, existen ya considerables brechas de costos en la fabricación de baterías entre regiones, y prolongadas interrupciones podrían profundizar las desventajas para los fabricantes fuera de China, dificultando los esfuerzos por diversificar las cadenas de suministro en la manufactura.
El Análisis para un Grupo más Amplio de Minerales
Al ampliar el análisis a 20 minerales multisectoriales vinculados a la energía, se identifican vulnerabilidades adicionales. Estos minerales son fundamentales en sectores como la alta tecnología, la industria aeroespacial y la manufactura avanzada. Aunque sus tamaños de mercado son relativamente pequeños, las interrupciones en su suministro pueden provocar impactos económicos desproporcionados.
Los principales riesgos asociados a este grupo de minerales incluyen una alta concentración en la cadena de suministro, elevada volatilidad de precios y dependencia de subproductos. China domina como refinador principal en 19 de los 20 minerales analizados, con una participación de mercado promedio cercana al 70%. El 75% de estos minerales han experimentado una volatilidad de precios superior a la del petróleo, y la mitad ha sido más volátil que el gas natural. Además, aproximadamente la mitad se producen como subproductos, lo que limita la flexibilidad para ajustar la oferta en respuesta a las señales del mercado. Las opciones de sustitución son escasas; muchos minerales, como el tantalio, el titanio y el vanadio, disponen de pocas alternativas viables sin incurrir en costos elevados o comprometer el rendimiento.
Retos de Política
Los responsables políticos han respondido a los desafíos de seguridad energética con una serie de nuevas iniciativas. gobiernos en todo el mundo están fortaleciendo sus esfuerzos para asegurar el suministro de minerales críticos mediante financiamiento público, alianzas estratégicas y reformas en políticas nacionales. Estados Unidos ha emitido órdenes ejecutivas para acelerar permisos e incrementar inversiones en proyectos nacionales. La Comisión Europea ha designado 47 proyectos estratégicos bajo la Ley de Materias Primas Críticas para facilitar su desarrollo y mejorar el acceso a financiamiento. La Agencia Internacional de Energía ha lanzado un Programa de Seguridad de Minerales Críticos para abordar vulnerabilidades clave. Además, países como Australia, Canadá y otros han implementado importantes programas de financiamiento. Mientras tanto, las naciones ricas en recursos están promoviendo políticas para retener un mayor valor económico de sus minerales.
La diversificación no dependerá únicamente del mercado; una política bien diseñada y alianzas estratégicas son fundamentales. Los costos de capital para proyectos en regiones diversificadas son, en promedio, un 50% más altos que en los países ya establecidos, y estos mayores costos, junto con la volatilidad de precios y la incertidumbre económica, dificultan la expansión de la oferta diversificada. El apoyo del sector público puede facilitar la puesta en marcha de nuevos proyectos, pero también son necesarios mecanismos de mercado basados en reglas, como esquemas de estabilización de precios —contratos por diferencia y modelos de techo y piso— que ayudan a reducir la volatilidad y atraer inversiones privadas sin imponer cargas fiscales excesivas. Los mecanismos de garantía de volumen también pueden proporcionar mayor certidumbre de demanda para nuevos proyectos. Además, las políticas de acceso al mercado basadas en estándares, que exigen que los minerales cumplan ciertos criterios de sostenibilidad o producción, pueden facilitar el acceso a segmentos específicos, como reservas estratégicas o compras públicas. Por ejemplo, incentivos dirigidos a la producción más limpia de níquel podrían desbloquear importantes volúmenes de suministro fuera de los productores dominantes actuales y reducir la concentración del mercado global en un 7% para 2035.
El Reto de la Colaboración Global
La colaboración global continúa siendo fundamental para diversificar las fuentes de suministro, conectando países con abundantes recursos, capacidades de refinación y consumidores en distintas etapas de la cadena de valor. Existen oportunidades significativas para establecer alianzas transfronterizas en cadenas de suministro altamente concentradas. De acuerdo con la AIE, Por ejemplo, en África, países como Madagascar, Mozambique y Tanzania poseen alrededor de una cuarta parte de los recursos mundiales de grafito, mientras que Alemania, Japón, Corea y Estados Unidos tienen la capacidad y los planes para producir materiales de ánodo de grafito. De manera similar, Australia, Brasil, Vietnam y otros países albergan abundantes recursos de tierras raras, mientras que Europa, Malasia y Estados Unidos están invirtiendo en instalaciones de separación. Además, las capacidades para fabricar imanes permanentes se están desarrollando en Europa, Japón, Corea y EE. UU.
Identificar y conectar oportunidades en toda la cadena de suministro, en lugar de centrarse solo en una parte del proceso, puede potenciar las alianzas para diversificar las fuentes de abastecimiento. Esto debe complementarse con marcos cooperativos, como co-inversiones, acuerdos de compra y mecanismos compartidos para mitigar riesgos, fortaleciendo así una cadena de suministro global más segura y resiliente.
Las Soluciones Tecnológicas a los Retos
Las tecnologías emergentes en minería, refinación y reciclaje tienen un gran potencial para ampliar la oferta diversificada de minerales críticos. Entre las innovaciones en minería destacan la exploración basada en inteligencia artificial (IA), la extracción directa de litio, el procesamiento de arcillas mediante adsorción iónica y la re-minería de relaves y residuos mineros. En refinación y reciclaje, avances como la producción de grafito sintético innovador, la lixiviación de minerales sulfurados y tecnologías avanzadas de clasificación ofrecen prometedoras oportunidades. Por ejemplo, la exploración geológica asistida por IA podría reducir los costos de perforación hasta en un 60% y cuadruplicar las tasas de descubrimiento. La extracción de tierras raras de depósitos de arcillas de adsorción iónica podría disminuir significativamente los costos de capital y la generación de residuos, abriendo nuevas oportunidades en países como Australia, Brasil y Uganda. Además, las colaboraciones internacionales serán clave para superar obstáculos tecnológicos y diversificar la oferta de suministros.
Por otro lado, las tecnologías emergentes en baterías están desafiando el dominio de las baterías de iones de litio basadas en níquel. Baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) han aumentado su participación en el mercado, llegando a representar casi la mitad de las ventas de automóviles eléctricos en 2024, frente a menos del 10% en 2020, mientras que baterías de sodio y de iones de litio ricos en manganeso también están ganando terreno. Sin embargo, estas nuevas tecnologías enfrentan concentraciones significativas en las cadenas de suministro. China domina el 75% de la producción mundial de ácido fosfórico necesario para baterías LFP y el 95% del sulfato de manganeso de alta pureza, insumos vitales para las químicas de sodio y manganeso. Estos ingredientes se consideran cuellos de botella críticos, con proyectos actuales que proyectan déficits importantes. La capacidad de producción de ácido fosfórico no será suficiente para cubrir la demanda prevista a partir de 2030, y los suministros de sulfato de manganeso de alta pureza sólo cubrirán el 55% de la demanda esperada en 2035 bajo políticas actuales.
Aunque las baterías de sodio ofrecen potencial de diversificación en la cadena de suministro upstream, con actores en EE. UU. y Europa participando activamente en la producción de insumos como carbonato de sodio, las etapas finales —como celdas y cátodos— siguen dominadas por China. La creciente competitividad y la participación en estas nuevas tecnologías subrayan la necesidad de que los responsables políticos presten atención a las vulnerabilidades en las cadenas de suministro, a fin de garantizar una transición energética segura y diversificada.
El Avance ESG en la Minería y sus Retos
La presentación de informes sobre sostenibilidad continúa progresando entre los principales productores mineros. En 2023, aproximadamente el 85% de las 25 compañías más grandes divulgó su desempeño en 10 indicadores clave ambientales y sociales, en comparación con el 60% en 2020. Aunque los indicadores ambientales, como emisiones, uso del agua y gestión de residuos, han empezado a mostrar mejoras tras años de estancamiento, los avances en métricas sociales, como la seguridad laboral, parecen estar desacelerándose.
Los riesgos vinculados al agua y al clima representan desafíos significativos; en 2024, el 7% del suministro mundial de cobre estuvo en riesgo de interrupción por inundaciones o sequías, una cifra que probablemente aumentará en el futuro. La implementación de sistemas de trazabilidad puede ser fundamental para lograr diversos objetivos políticos, incluyendo el desarrollo de cadenas de suministro responsables, sostenibles y seguras de minerales.
El Reto Geopolítico
En un escenario de altas tensiones geopolíticas, los minerales críticos han adquirido una importancia central para garantizar la seguridad energética y económica mundial. La reciente serie de restricciones a las exportaciones subraya la necesidad urgente de fortalecer la resiliencia y la diversificación en el suministro de estos minerales, en línea con la transición hacia un sistema energético más electrificado y basado en energías renovables. La Agencia Internacional de Energía (AIE), a través de su Programa de Seguridad de Minerales Críticos, está ampliando sus esfuerzos para mejorar la seguridad de los recursos minerales, incluyendo la creación de sistemas para aumentar la resiliencia frente a posibles interrupciones, apoyar el desarrollo acelerado de proyectos en regiones diversas y fortalecer las capacidades de monitoreo del mercado.
Implicaciones para México
Las implicaciones para México, basadas en el análisis y las tendencias descritas en el documento, son varias y de gran importancia estratégica:
1. Oportunidad de profundizar en la diversificación de la cadena de suministro:
México puede aprovechar esta tendencia global para fortalecer su participación en las cadenas de valor de minerales críticos. El país cuenta con recursos minerales en varias de estas categorías, como el litio, el cobre, el zinc y algunas tierras raras. Para ello, es fundamental que México invierta en el desarrollo de capacidades mineras, refinerías y tecnologías de reciclaje, buscando reducir su dependencia de países dominantes como China y Australia.
2. Inversión en tecnologías innovadoras y sustentables: El avance en tecnologías de minería, refinamiento, reciclaje y baterías ofrece una oportunidad para que México innove y desarrolle su sector minero y de manufactura de materiales avanzados. Desarrollar capacidades en exploración basada en IA, recuperación de minerales de relaves, y producción de materiales para baterías más sostenibles, puede posicionar a México como un actor clave en estos segmentos.
3. Potencial para fortalecer el sector de baterías y componentes electrónicos: Dado que la mayoría de los insumos para baterías (como el sulfato de manganeso y el ácido fosfórico) están concentrados en China, México puede explorar oportunidades para desarrollar su oferta local de estos componentes, diversificando su mercado de exportación y reduciendo vulnerabilidades. Fomentar la producción de celdas y componentes en el país también sería estratégico, dado que la cadena de suministro global muestra una alta concentración y riesgos asociados.
4. Impulso a una agenda ESG en la minería: El crecimiento en la presentación de informes de sostenibilidad por parte de las principales empresas mineras presenta una oportunidad para que México adopte y promueva prácticas responsables, sostenibles y socialmente responsables, alineándose con las políticas ESG internacionales. Esto puede mejorar la percepción internacional del sector minero mexicano, facilitar inversiones y cumplir con requisitos de mercado cada vez más estrictos.
5. Resiliencia frente a riesgos geopolíticos y cambios regulatorios: El escenario internacional de tensiones geopolíticas y restricciones de exportación puede afectar las cadenas de suministro globales. México debe fortalecer sus capacidades de monitoreo, fomentar alianzas internacionales y promover políticas que aseguren una cadena de suministro resiliente, capaz de afrontar posibles interrupciones.
6. Enfoque en la economía circular y reciclaje: El desarrollo de tecnologías de reciclaje y re-minería puede convertir a México en un país más autosuficiente y sostenible en minerales críticos. Implementar sistemas de trazabilidad, y promover inversión en estas tecnologías, puede reducir la dependencia de minería primaria y potenciar la economía circular.
7. Acelerar políticas e inversiones: Dado el contexto internacional y las tendencias en la concentración de mercado, México debe priorizar políticas públicas que faciliten la inversión en exploración, desarrollo y tecnología. La creación de un marco legal favorable y el fortalecimiento del capital humano en minería y tecnologías innovadoras son pasos clave para aprovechar estas oportunidades.
8. Posicionamiento en el mercado global de minerales críticos: México tiene la oportunidad de convertirse en un proveedor más competitivo, especialmente para minerales como el litio, el cobre y algunas tierras raras, integrándose en las cadenas globales, diversificando sus exportaciones y promoviendo el valor agregado en el país.
México enfrenta una ventana de oportunidad para consolidar su papel en la economía global de minerales críticos, adaptarse a las nuevas tecnologías, y fortalecer su sector minero y de manufactura con políticas integradas y sostenibles que refuercen su seguridad de suministro y liderazgo en innovación.
Para lo anterior necesita abrir el mercado y darle la bienvenida a la inversión; realizando una reforma profunda al sector Minero que vea hacia el futuro con un enfoque de creación de riqueza para todos los actores involucrados en las cadenas de valor de estos minerales críticos.