Antes que nada, agradecerte que nos hayas aceptado la entrevista Francisco, consideramos que el tema de electromovilidad es un tema clave y que tú eres de las personas más calificadas en el país para para hablarnos de qué es lo que está pasando en el sector.
Muchas gracias Amado por la invitación y feliz de estar aquí contigo y con tu auditorio también.
Muchas gracias. En principio quisiera que nos comentaras un poquito de qué está haciendo la AMIVE y que nos comentaras en términos introductorios cómo percibes la parte de electromovilidad. Me acuerdo que hace más de un año nos vimos en Cintermex, que llegaste a la oficina y nos conocimos; y bueno, de entonces a la fecha ¿cómo ves todo este arranque?
Primero te cuento un poco sobre la asociación, AMIVE es la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico, lanzamos la asociación en octubre del año pasado. Al día de hoy, la verdad es que estoy muy contento, ya lo diremos en nuestro reporte anual, lo vamos a hacer ahora en el evento de Latam Mobility, pero te adelanto un poco de lo que vamos a decir.
Al día de hoy tenemos 30 empresas asociadas en la AMIVE, es el reflejo del trabajo que hemos hecho entre todas y todos los miembros que conformamos la AMIVE. Como siempre lo he dicho, yo trabajo para los asociados y no al revés, nos debemos para ellos y para los fines de la movilidad eléctrica en nuestro país. Los pilares de la asociación son tres: Políticas públicas, normas y estándares, comunicación educación y vinculación; sobre esos tres pilares hemos venido trabajando este año.
Llo que logramos hacer en este año con la asociación es justo generar un diálogo entre todos los monólogos que había, y te puedo decir que en este año hemos estado desde Tijuana hasta Quintana Roo dialogando con todos los estados sobre movilidad eléctrica, sobre los intereses de los empresarios y también sobre los intereses de nuestro gobierno.
¿Qué ha pasado? Pues, de entrada, entró nuestra nueva Presidenta que en su gobierno en la Ciudad de México promovió mucho la movilidad eléctrica, que además viene con un currículum que nos permite ver que tiene experiencia y conocimiento en temas de energía y medio ambiente. Entonces, no quiero pecar de optimista, pero vemos un panorama favorable para la movilidad eléctrica en estos próximos 6 años.
También coincide nuestra entrevista con una serie de cambios en la parte regulatoria que recientemente se han anunciado y que se han liberado, no sé si podríamos ahondar un poquito en esa parte, en ese sentido ¿Cómo ha evolucionado la regulación? y si consideras que actualmente existen los incentivos suficientes; porque al final, lo que se está aplicando en otros países es incentivos para impulsar el sector.
Entonces, por un lado ¿Cuál es esa evolución regulatoria que yo percibo que recientemente se está dando?, ¿Son suficientes los incentivos que realmente tiene el sector? y ¿Tú ves que todavía existen barreras regulatorias que están impidiendo que este sector despunte de manera más decidida?
Lo primero que quiero decir es que hay que reconocer la labor que ha hecho el comisionado Walter en toda la parte de regulación. No solamente fue un ejercicio de entender cómo estaba la movilidad eléctrica en México, sino también de reconocer qué había que mejorar cuando se llega a publicar algo. Es reconocible que logró juntar a todo el ecosistema, lograron hablar de qué estaba pasando, qué estaban haciendo, y de ahí ya se logra sacar algo en la parte de regulación; que prácticamente, en estos últimos 10 años, no había habido un actor que fuera tan relevante para nuestro país en temas de normalización y regulación.
También tenemos que voltear a ver qué está pasando con el incentivo a la importación; no es incentivo, es más una disminución de un arancel del 20% que ya ahorita en octubre desaparece. Hemos estado en pláticas también con el equipo del Secretario de Economía para ver qué va a pasar con ese incentivo. Nosotros esperamos que, si bien no se quede como estaba, por lo menos promueva que siga habiendo vehículos accesibles con mayor contenido nacional; un poco de lo que decía la Presidenta, también buscamos incluso que existan vehículos eléctricos mexicanos, y también somos conscientes de que en este momento no están todas las capacidades para poder atender la demanda del mercado y necesitamos seguir adoptando vehículos eléctricos en el país para cumplir con nuestros compromisos globales de reducción de emisiones de CO2.
Por ejemplo, en este sentido, yo creo que un elemento clave es el tema de infraestructura. Yo veo, sin duda, que se están adquiriendo vehículos eléctricos, esta combinación entre generación solar en casas, la gente tiene su propio cargador, su vehículo eléctrico, hay carga; sabemos que eso nos habla de una tendencia que tiene un efecto neto positivo en la descarbonización, e incluso incorporando hasta almacenamiento de energía, pero estamos hablando de todo un paquete bastante costoso para una familia promedio.
Esto como una introducción en el sentido de que hace falta infraestructura. ¿Qué tanto se está haciendo en términos de desarrollo de infraestructura para que realmente se acelere la adopción de vehículos eléctricos?
Actualmente México cuenta con un poco más de 3200 cargadores públicos en el país, de esos 3200 cargadores públicos que hay en el país solo 300 son cargadores rápidos, el resto son cargadores lentos; imagínate 2900 cargadores a los que tú llegas en un lugar público y te tengas que quedar entre 6 y 10 horas cargando tu coche, hace inviable que se cargue el vehículo eléctrico en ese punto. En su momento fue un esfuerzo de la iniciativa privada que tenemos que reconocer y aplaudir, porque en ese momento los vehículos eléctricos tenían baterías pequeñas y la tasa de recarga, es decir, a qué velocidad puede cargar un vehículo, era baja, o sea, hacia sentido tener cargadores de 7 kw porque tardabas entre 3 y 4 horas; lo que pasó ahora es que las baterías de los vehículos son más grandes y cargan a velocidades más rápidas.
¿Cuál es el primer reto que tenemos como país? Lo primero es reconocer que tenemos más puntos de recarga de vehículos eléctricos que gasolineras; de hecho, si ves el ratio de cuántos vehículos de gasolina atiende una gasolinera contra cuántos vehículos eléctricos tendría que atender una electrolinera, tendríamos en este momento más electrolineras que gasolineras en el país de acuerdo a cuántos vehículos eléctricos tenemos. El reto es que esos puntos se vuelvan puntos rápidos porque a ni a ti, ni a mí, ni a muchos de los que nos están leyendo, les hará sentido quedarse 10 horas cargando su vehículo; y para todos esos puntos donde queremos transicionar de 7 kW a por lo menos 50, el principal reto va a ser ¿De dónde voy a tener la capacidad para garantizar esa energía?, porque sabemos que hay muchos puntos en el país que las redes de distribución o de transmisión no te dan para pedirle más capacidad.
Vemos el ejemplo de los últimos 50 autobuses que se pusieron a operar en Ciudad de México, esos 50 autobuses pidieron 4.5 mW de energía de capacidad, 4.5 mW que tuvieron que traer líneas de la CFE hasta el patio, desde 14 km de distancia, eso para un privado pues no hace sentido y para la persona que está invirtiendo en poner cargadores para una demanda baja tampoco hace sentido. Ahí es donde tenemos que voltear a ver y decir ¿Qué incentivos podemos poner en el país o de qué forma podemos articular el ecosistema para que podamos detonar modelos de negocio que sean rentables para quien está invirtiendo en esa infraestructura? Que no sea poner un cargador para ver quién llega, que sea “pongo un cargador porque ya tengo un cliente que me está demandando cierto volumen de vehículos eléctricos cargando en mi estación”.
Pero, por ejemplo, me parece que necesitamos aprender a que los tiempos, ya en términos de la política energética, con lo que acaba de anunciar la Presidenta, habló de energías limpias, habló de electromovilidad, habló de generación de energías limpias, habló de participación público-privada. Yo creo que fue un mensaje muy atractivo para el sector, sobre todo el tema de transición energética y descarbonización, dado este nuevo entorno, me imagino que debe haber una propuesta del sector privado de cómo participar en esto, ¿Cómo te imaginas que esta infraestructura podría promoverse a través de la participación público-privada?
Justo hace un momento comentabas sobre los países que están acelerando la transición a la movilidad eléctrica y los incentivos que ellos tienen que nosotros no tenemos. Creo que es muy importante primero voltearnos a ver y entender quiénes somos y dónde estamos; quién es México. Entender que un país con nuestras características, con la geografía que tenemos, con la economía que tenemos, con el nivel de pobreza que tenemos como país, requiere ser muy inteligente y creativo a la hora de entender cómo podemos incentivar sin poner o comprometer el dinero de los impuestos en vehículos para gente rica, que es como se podría ver.
Entonces, ¿Cómo le hacemos como país para poder promover la movilidad eléctrica sin tener que destinar ese dinero que hace falta para educación, para alimentación, para agua, para vivienda? Ahí es donde podemos voltear a ver a dos actores claves en nuestro país. El primero es el transporte público.
El transporte público se tiene que electrificar, está claro que va a estar en la agenda de nuestra Presidenta y está claro que ahí la asociación público-privada va a funcionar como ya ha funcionado con varios proyectos de transporte público en el país; lo podemos ver desde Yucatán hasta Monterrey, donde ya hay buses eléctricos operando al día de hoy y que seguro seguirán replicando estos modelos para que todo el país se pueda beneficiar y esperaríamos que al final del sexenio haya al menos 10,000 buses eléctricos operando en el país. Para un mercado de 1 millón de autobuses, creo que decir 100,000 es un buen número en esta transición de 6 años.
Si hablamos del segundo actor clave en la movilidad eléctrica de nuestro país, hay que voltear a ver a las empresas que transportan mercancías. Las empresas que transportan mercancías en nuestro país son casi 12 millones de vehículos los que tenemos transportando mercancías, somos el cuarto país del mundo con mayor flota de vehículos comerciales. Te comento esto porque todas las empresas que son globales, que tienen sus flotas operando en nuestro país, tienen compromisos de reducción de emisiones de CO2, y muchas ya anunciaron que van a tener cierto número de vehículos eléctricos en el mundo al 2030. Entonces, fíjate cómo se alinean los astros, tenemos un sexenio que va a llegar hasta el 2030 y muchas empresas globales que son públicas, cuyo compromiso es al 2030.
Entonces lo único que tenemos que hacer es decir ¿Dónde está la capacidad disponible del país?, que nos ayude la CFE; por otro lado, decir ¿Dónde están las flotas que van a operar?, que todos los flotilleros y todas las empresas que tienen estos compromisos y que quieren electrificar nos digan cuántos vehículos eléctricos y dónde los van a operar, para que entonces surjan las empresas que quieran invertir en esa infraestructura de recarga. Porque si a mí me dices “voy a necesitar 2 megas en Celaya, 3 megas en tal lugar”, puedo hacer una proyección de aquí al 2030 de cuánto tengo que invertir y cómo hago un modelo rentable de negocio, y si te das cuenta, no estoy hablando de meter dinero de los impuestos, estoy hablando simplemente de que se comuniquen entre los sectores clave para decir qué vamos a hacer de aquí al 2030.
Porque al final, decir “yo voy a tener un coche eléctrico” me representa a la mejor una potencia de 50 kW o de 170 kW de capacidad y una batería de 563 kWh si pensamos en un vehículo pesado, ya con eso empezamos a entender cuánta potencia van a demandar y qué volumen de energía van a requerir por día. Ahí es donde creo que tiene mucho potencial nuestro país, es simplemente facilitarles las cosas a los transportistas para que cada vez tengan más vehículos eléctricos, y les conviene tener vehículos eléctricos porque operan más días, no tienen problemas con el hoy no circula y estos motores no necesitan rectificación, e incluso duran más años. Ahí es donde podemos ver muchas virtudes a partir del vehículo eléctrico en México para las empresas que transportan mercancías, que, ya dije, actualmente son 12 millones de vehículos; y muy importante, el tiempo de vida es de 20 años, tenemos una flota vieja, entonces, si renovamos por vehículos eléctricos, no solo vamos a fomentar un tema de medio ambiente, sino que vamos a ayudar a reducir los riesgos de accidentes por estar operando vehículos obsoletos.
Suena muy interesante y creo que, si depende solamente de información y de cooperación, esto debe detonarse de manera muy rápida, sobre todo con la orientación de política que tiene este nuevo gobierno. Hay un tema ahí, Francisco, no sé cómo lo veas, una señal que vemos a raíz de nuestra Presidenta es esta orientación a la innovación, a la parte científica. Creo que quedó más o menos clara esta idea en los compromisos; también mencionó un vehículo, eventualmente no sé si popular, que me parecería acertado pensando en la Ciudad de México que tiene problemas ambientales muy fuertes.
¿Cuáles serían ahí los retos de innovación?, o sea, ¿qué has visto en términos de innovación que se esté desarrollando en México y que verdaderamente nos pudiera hacer parte protagonista en esta arena global de innovación en electromovilidad?
El Olinea es el coche que mencionó la Presidenta, un coche eléctrico hecho por estudiantes para los mexicanos y de precio accesible. Creo que México puede aportar mucho, ya podemos ver en estos últimos 10 años parte de la conversación, donde aparece un Evolectric haciéndole un retrofit a un vehículo de Grupo Modelo, donde aparece un Megaflux haciendo retrofit también para empresas que transportan mercancías, incluso, no sé si llegaste a ver el autobús DINA eléctrico que anunciaron hace poco en Ciudad de México, además, también hemos visto mucho la participación de Zacua hablando de la movilidad eléctrica y un vehículo 100% mexicano.
Creo que ya hay ejercicios que nos dejan ver, y también hay más empresas, que ya están haciendo esta parte de la transformación de un vehículo eléctrico, e incluso están apostando por querer hacer vehículos eléctricos hechos en México. Tenemos la capacidad, habrá que ver que también tengamos todos los recursos y las plantas de procesamiento para poderlos tener al nivel que los necesitamos para poderlos poner en un vehículo eléctrico; y a esto me refiero con el litio y con otras químicas para las baterías, para que no dependamos de otros países en toda la producción de un vehículo, sobre todo sabiendo que México es el quinto productor de vehículos a nivel mundial. Queremos seguir manteniéndonos en ese liderazgo y sabemos que la transición de la fabricación de vehículos va hacia los vehículos eléctricos.
Ahora, pensando en que el tema de electromovilidad a nivel global, sin duda, trae sus propias tendencias de desarrollo tecnológico, en tu opinión, dada la transición en la que estamos en México, ¿En dónde se deberían de centrar los esfuerzos de desarrollo tecnológico y de innovación dada la etapa en la que estamos? Somos un país emergente, no nos comparamos ni tantito con China, ni con Europa, ni con la adopción que trae Estados Unidos.
Somos parte de este grupo de países emergentes en donde está tratando de hacer crecer esto, esa creo que es la realidad. Pero, dado nuestra etapa, ¿En dónde deberíamos centrar el desarrollo tecnológico y la innovación? ¿Dónde considerarías tú que debemos centrarnos?
Yo creo que al final vamos a seguir produciendo vehículos, sabemos que el 80% de nuestros vehículos se van a Estados Unidos y creo que mucho de las líneas de producción se irán adecuando a los compromisos que tenga Estados Unidos, nuestro mayor cliente; esto es, si quieren cierto porcentaje de su flota eléctrica, seguro ese porcentaje se verá reflejado en las líneas de producción de nuestras plantas que hoy tenemos en el país para diferentes marcas automotrices. Tenemos que ver la parte de las químicas de las baterías y ver qué otras tecnologías pueden venir para el almacenamiento de energía de un vehículo eléctrico, y, desde ahí, entender qué tantos recursos tenemos y qué tanta capacidad de explotación tenemos como país, y entender qué tanto le puede corresponder al Estado y qué tanto hay que involucrar a la iniciativa privada.
No queremos correr el riesgo con el litio que corrimos con el uranio hace varios años, que al final el Estado se hizo dueño de eso y no lo logramos explotar, y no hubo más que buenas intenciones al respecto. Entonces, por un lado, es desarrollar todas las capacidades para las baterías, motores eléctricos también va a ser una buena oportunidad, y la parte del software y los cerebros que controlan tanto las baterías como los motores, creo que es donde tenemos que especializarnos; porque el resto sigue siendo lo mismo que hemos venido haciendo, como llantas y otros componentes de un vehículo tradicional.
En este, digamos, ecosistema o cadena de valor, ¿Qué rol consideras que juegan las energías renovables?
Las energías renovables, si no hablamos de almacenamiento, creo que la solución está a medio camino. Tenemos que hablar muy bien, digo, como apenas sacaron este documento sobre almacenamiento de energía que salió hace un par de días; tenemos que hablar de cómo le vamos a hacer con la generación distribuida, hacer plantas virtuales de energía, poder capitalizar toda esa energía que se genera cuando menos se necesita y poder llevarla al momento del día donde más la requerimos. Esto es, la energía solar se genera en ese momento del día donde menos energía necesitamos porque tenemos toda la energía del sol, que podamos almacenarla y llevarla a la noche.
Creo que sí juega un papel fundamental, más con la capacidad de generación solar que tiene nuestro país y con todas las empresas de la iniciativa privada que tienen la voluntad de hacer este tipo de proyectos. Si bien estuvo frenado los últimos años, tenemos la creencia de que se va a detonar como previamente se había detonado esta inversión privada para poder generar mayor capacidad energética, garantizando así la demanda que tenemos tanto de la industria como de la movilidad.
Ahora, con todo esto que ya se está desarrollando, decías, ¿Cuál es el número de vehículos eléctricos que ahorita identificamos en México?
Son 70 marcas que ofrecen vehículos eléctricos, son las marcas que se dieron de alta en nuestro país, y hay alrededor de 400,000 vehículos híbridos eléctricos; en los últimos 8 años hubo un crecimiento de 26 veces en la flota vehicular eléctrica de nuestro país.
¿Y esa flota o ese parque vehicular eléctrico de qué tamaño es?
Todavía es pequeño, estamos hablando de alrededor del 2%.
Pero, en número de unidades, ¿tendrás un número?
El número de unidades son 400,000 vehículos, los que hay híbridos y eléctricos.
¿Esto es, incluyendo los datos, ya ves que siempre se ha mencionado que la información de las armadoras chinas no necesariamente está disponible?
No, al dato que te estoy dando agrégale un 70% más. La verdad es que la información que se da a nivel país no está completa; el INEGI no tiene la información de todas las automotrices, lo que hace que no tengamos un dato completo en el país.
Con este crecimiento que estás mencionando, ¿cuál es el impacto que visualizas en términos de un impacto económico y social, en términos por ejemplo de empleo, en términos de desarrollo industrial? Sin duda se está generando otra economía, al menos un sector más que está asociado a esto.
Digo, porque lo queremos vincular nada más al sector automotriz y me parece que estamos limitándolo, porque en realidad estamos hablando de un sector energético que brinda soluciones: ahorita hablabas de software, estabas hablando de tecnologías de información, probablemente automatización, estamos hablando de otros subsectores que arman todo lo que es electromovilidad; ¿cómo lo ves por ese lado?, ¿cuál es el impacto económico?, pensando como economistas, hablando de desarrollo industrial o del sector mismo y el empleo.
Déjame compartirte algo, una experiencia que tuve el día de ayer. Ayer fui a una empresa que se dedica a hacer instalaciones de minisplit, calentadores y otras cosas para la industria a nivel residencial y me decían “acabamos de incursionar en la movilidad eléctrica, ya tenemos año y medio trabajando en esto y está siendo una de las principales fuentes de ingreso para la compañía” y no solo eso, los instaladores quieren aprender sobre cómo instalar cargadores para vehículos eléctricos. Eso empieza a abrirnos el panorama de que incluso empresas que se dedicaban solamente a tener electricistas y plomeros, ahora te dicen “mis plomeros quieren aprender electricidad porque quieren instalar cargadores”; no querían instalar minisplits, pero cargadores sí quieren instalar.
Claro que va a surgir una industria, que está surgiendo ya, ya hay varias empresas; creo que en este momento está habiendo escasez de mano de obra calificada para atender a esta industria que está creciendo; si me dices instaladores de calidad que cumplan en tiempo y forma la instalación de un cargador residencial, son pocos. Y solo por ponerte un ejemplo, porque estamos hablando de toda una industria y toda una cadena que va a tener que ver mucho con la transición energética, con las renovables, con el almacenamiento de la energía y con la alta demanda de la misma energía, sobre todo viniendo tanto de la movilidad eléctrica como de los data centers que es de donde más consumo de energía vamos a tener, y vamos a tener que tirar de las renovables para garantizar esta capacidad eléctrica que va a demandar el país en los próximos años.
En términos de la perspectiva global, ya hemos hablado de varios puntos a lo largo de esta entrevista, ¿Cuáles podrían ser los modelos de éxito que podrían adaptarse al contexto mexicano?, por ejemplo, ahorita hablabas de la parte de las flotillas, sin duda hay empresas que tienen un compromiso realmente genuino con la parte ambiental y están buscando descarbonizarse, entonces, esto está siendo parte de una estrategia muy fuerte de prácticamente convertir sus flotillas de distribución, ahí te pongo nada más un ejemplo. ¿Qué tipo de modelos son los que deberíamos de adaptar para el caso de México dado nuestro contexto actual?
Generalmente volteamos a ver los ejercicios que están haciendo otros países, en este caso me gustaría señalar empresas de nuestro país que lo están haciendo bien y que hay que voltearlos a ver para replicar lo que están haciendo. Te puedo hablar de Grupo Bimbo que al día de hoy tiene 4000 vehículos eléctricos operando en el país, es admirable lo que están haciendo con la movilidad eléctrica. Paqueteros como Mercado Libre con más de 1000 vehículos eléctricos operando en el país. Grupo Marva, uno de los transportistas más grandes del país con más de 50 tractocamiones eléctricos, la verdad es que cuando empezaron ese proyecto yo ni siquiera tenía en el radar que fuera viable tener tractocamiones eléctricos operando en el país y que fuera rentable, hoy ese grupo nos demuestra que hasta un vehículo pesado clase 8 puede operar el 100% eléctrico en el país. El caso de Vemo para infraestructura de recarga, el caso de Evergo.
Creo que tenemos a dónde voltear a ver y decir “aquí hay algo que aprender” y sobre todo que ya son fórmulas mexicanas, que dices “esto está funcionando, está operando, es una flota significativamente grande” y nos están demostrando que hay negocio. Te mencioné algunos, pero hay varias más empresas, incluso gran parte de nuestros asociados están haciendo cosas muy interesantes; pueden entrar a la página de AMIVE y ver a nuestros asociados, cada uno de ellos está haciendo una labor magnífica en cuanto a la movilidad eléctrica se refiere en el país.
Marva es un ejemplo muy fuerte, me parece que por ser transporte pesado es muy fuerte el ejemplo de éxito. Yendo hacia el cierre de nuestra entrevista, hace 5 años veíamos el tema de la electromovilidad como algo muy lejano, yo recuerdo que empecé como director del clúster de Energía de Nuevo León y tenía mi debate ahí con algunos de los miembros que están en el sector de combustibles, veíamos las perspectivas, los estudios prospectivos de varias de las compañías globales como Exxon y pues se veía un poco lejos; después de 5 años, ya estamos dentro, más bien es una cuestión de políticas, de incentivos, de generar la infraestructura y lo que realmente el consumidor quiere. No sé tengas algún mensaje porque creo que todavía hay gente escéptica que no cree el tema de electromovilidad.
Hace no hace mucho te invité a un desayuno y todavía traíamos el debate de que qué tan rápido se va a mover esto; recuerdo que teníamos gente de algunas estaciones de servicio como Oxxo Gas y Petro 7, que tú los conoces, y que preguntaban ¿Qué tan rápido viene esto? porque quieren ver cómo moverse o qué tan rápido moverse. ¿Cuál sería tu mensaje, después de 5 años, con las señales que estamos viendo de parte de la nueva administración, que me parece que son señales muy fuertes? y ¿Cuál sería la expectativa de la electromovilidad en los próximos 5 años al menos?
Aquí sería una reflexión para todas y para todos; déjame usar una analogía, si tú vas al teatro tienes dos opciones, una es ser espectador o la otra es ser parte de los actores. Esto es mucho la movilidad eléctrica, en estos 10 años que llevo en movilidad eléctrica al inicio hablábamos de lo que hacían en otros países, a mí me tocó en la CFE que me invitaran a muchos países, tuve la fortuna de aprender de muchos países a nivel mundial y de empresas de energía de otros países, qué estaban haciendo en movilidad eléctrica.
Hoy lo que te estoy diciendo es, lo estamos haciendo en México, y tenemos mucho que enseñarle al mundo y seguro algo más que aprender del resto de los países. Pero México está haciendo muchas prácticas en movilidad eléctrica y cada vez veo más personas que se suben al escenario y que quieren ser actores, y eso es sumamente relevante porque también me ha tocado ver en estos 10 años a muchos gasolineros que están perdiendo el negocio por seguir esperando o viendo en qué momento creen que es propicio subirse a la movilidad eléctrica, y quizás todavía no ven el negocio porque no están dentro del negocio.
Ahí la invitación es eso, todos los flotilleros ya son sus clientes, es decir “oye, a ver, ya tengo todas estas gasolineras, ¿Cuál te interesa para que te la electrifique?, ¿Cuántos vehículos me puedes traer?” si te das cuenta es una conversación “¿Cuántos vehículos eléctricos me puedes traer? Yo te pongo el cargador” y eso va a hacer que los flotilleros puedan traer más vehículos eléctricos.
Imagínate lo complejo que es para alguien que hablaba de diésel y de gasolina, empezar a hablar de kilowatts y kilowatts/ horas y tener que negociar con una CFE con un incremento de capacidad, y justificarle a los jefes y al board y escalarlo a nivel regional o global que le permitan invertir en algo que no estaba considerado en el presupuesto. O sea, realmente aquí la conversación es para todos los gasolineros y las personas que quieren entrar al negocio de la energía y la infraestructura de carga para vehículos eléctricos, si ya tienes clientes que son flotilleros, voltéate a hablar con ellos y pregúntales cuántos vehículos eléctricos te podrían traer, y seguro tendrás un negocio rentable; ya no te estoy diciendo que cuidemos al medio ambiente, te estoy diciendo que tienes un negocio rentable; y por ende también vemos al medio ambiente.
Muy bien, creo que hemos abordado un buen número de temas en esta parte del sector de electromovilidad, para cerrar esta entrevista no sé si tú quisieras hacer un mensaje en particular, algo que hayamos dejado fuera que quisieras mencionar.
Me gustaría agregar que a veces sí me dicen que tiendo a decir que no necesitamos ningún incentivo, creo que también hay que reconocer a la gente que levanta la mano y pide incentivos; también ayudan, en algunos casos son necesarios, pero en algunos casos puede ser más un tema de regulación que de meter dinero. Entonces es también la invitación a municipios y estados para pensar de qué manera podemos hacer políticas públicas que no nos cuesten dinero y que beneficien la movilidad eléctrica y a todas estas empresas que quieren hacer movilidad eléctrica.
Algún ejemplo que tuvieras en mente, en base no sé si a la práctica internacional.
Por ejemplo, pensando en otros países, traigamos el ejemplo de Reino Unido. Reino Unido dice “yo en el centro de la ciudad tengo prohibido que los vehículos con emisiones entren”, es un tema de regulación, es “aquí nadie entra si contamina”; ¿Qué es lo que sucede? Si tú quieres entrar con un autobús que transporta personas o con un vehículo que transporta mercancías o con un taxi, tiene que ser libre de emisiones de CO2. ¿Qué significa? que con una simple regla que pusieron en Londres obligaron de cierta manera, o ayudaron, a que las empresas tuvieran que comprar vehículos eléctricos, un tema de regulación, no les costó nada.
Imagínate en el centro histórico de una ciudad ¿Cuántas empresas van a repartir mercancías todos los días?, con el simple hecho de que digas en el centro histórico no entran vehículos de combustión estás ayudando a las empresas a que parte de su flota de eléctricos la destinen a ese lugar y estás haciendo que, como generalmente el centro histórico de una ciudad es un lugar muy turístico, los turistas puedan respirar una mejor calidad de aire o la gente que está en el centro histórico trabajando que son bastantes personas y familias las que están todos los días ahí.
Muchas gracias Francisco Cabeza, Presidente de la AMIVE por esta valiosa entrevista.
Gracias a ustedes y seguiremos en contacto.