Dra Yolanda Villegas

Entrevista con la Dra. Yolanda Villegas. Directora Legal, de Compliance y Relaciones Institucionales.

Antes que nada, agradezco tu tiempo estimada Dra. Yolanda Villegas para esta entrevista, que será publicada en Energy Insights, una revista orientada principalmente a tomadores de decisiones como directores generales, financieros y otros altos ejecutivos.. Por eso, Energy Insights busca presentar la información más relevante sobre energía desde una perspectiva empresarial y en un lenguaje de negocios para la toma de decisiones.

¿Cómo percibes la estrategia energética reciente del Gobierno Federal, especialmente en lo relacionado con las energías renovables?

En primer lugar, creo que estamos viendo un movimiento pendular. Con la reforma de 2013 y su implementación en 2014, hubo una apertura significativa hacia el sector privado. Ahora, observamos un cambio con el planteamiento del 54% de generación bajo control estatal. Aunque muchos critican esta postura, yo no creo que sea negativa; más bien, se trata de un ajuste. Esta nueva dinámica abre espacio para acciones público-privadas, particularmente en energías renovables, generación distribuida, abasto aislado y electromovilidad.

En general, veo esta estrategia como algo positivo. Creo que este sexenio será mejor en materia energética, en gran parte porque el liderazgo del país está en manos de alguien con un sólido conocimiento del sector y formación académica en el tema, como lo es la Dra. Claudia Sheinbaum. Adaptarnos a este modelo presenta oportunidades importantes para las empresas privadas, especialmente en inversiones conjuntas con el Estado.

¿Cómo evalúas la promoción de las energías renovables bajo la actual administración en comparación con las anteriores?

Las energías renovables van a crecer porque no tenemos otra opción. No podemos quedarnos como estamos. Este crecimiento está directamente vinculado al desarrollo de la electromovilidad. Por ejemplo, no es viable tener 30 millones de coches eléctricos circulando si no fortalecemos nuestras redes de transmisión y distribución.

Además, hay un contexto global relevante. El expresidente Trump, por ejemplo, marcó una pauta en Estados Unidos, y aquí en México tenemos iniciativas como el desarrollo del coche eléctrico “Olinia” por Eugenio Sada en Monterrey. Estos proyectos demuestran que la transición energética no solo es una necesidad, sino una oportunidad estratégica.

En este contexto, ¿cuáles son los principales riesgos y oportunidades considerando el escenario político en Estados Unidos con una administración como la de Trump?

Estados Unidos seguirá apostando por los combustibles fósiles. Eso es un hecho. Con el nuevo Secretario de Energía, es evidente que ese será su enfoque principal. Personalmente, creo en aprovechar los recursos que ya tenemos. No estoy a favor de dejar activos varados ni de detener la explotación de hidrocarburos en nombre de la transición energética. Por ejemplo, en regiones como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, aprovecharía las reservas disponibles, incluso mediante fracking.

En cuanto a la electromovilidad, es probable que veamos una reducción de incentivos en Estados Unidos. De hecho, Tesla recientemente expresó apoyo a esta postura, según el New York Times. Aunque la producción de renovables continuará, el enfoque durante los próximos años estará en los fósiles.

Es importante mencionar que la transición energética no es algo inmediato; es un proceso gradual. Las empresas están reconociendo que aún no tenemos la tecnología ni las condiciones económicas para depender exclusivamente de renovables. Por eso, aunque se avance en la transición, los fósiles seguirán siendo parte esencial de la matriz energética.

La parte climática representa una amenaza latente. ¿Cómo equilibrar este desafío con las limitaciones actuales?

Ese es el mayor reto. No puedes cambiar todo de la noche a la mañana. Incluso si quisiéramos modernizar nuestras redes de transmisión y distribución, necesitaríamos al menos ocho años de inversiones intensivas, y el gasto público es limitado. Para que esta transición sea viable, debemos ser estratégicos y diversificar nuestras inversiones.

Hablando del nearshoring en México, ¿qué condiciones se necesitan para atraer estas inversiones, considerando la parte energética?

La primera condición es la certeza jurídica. Cambiar constantemente las reglas del juego genera desconfianza. El segundo punto son los servicios: agua, electricidad y polos energéticos adecuados. Por ejemplo, debemos voltear a ver regiones que tienen capacidad instalada disponible, menores costos laborales y recursos energéticos subutilizados.

La clave está en desarrollar infraestructura y capacitar a la mano de obra en estos estados. También influye el alineamiento político; un gobierno estatal afín a la administración federal puede ser un factor decisivo para atraer inversiones.

¿Qué alianzas serían beneficiosas para fortalecer la transición energética en México?

Una estrategia clave sería fortalecer un “trípode energético” entre Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, aprovechando las fortalezas de cada estado. Estas regiones pueden liderar la transición energética, la electromovilidad y el desarrollo de hubs de baterías y semiconductores. Este tipo de alianzas regionales serían esenciales para consolidar el nearshoring y acelerar la transición energética.

Hablando de China, ¿cómo influye su participación en esta transición?

La relación con China tiene matices políticos y comerciales. Por ejemplo, el arancel del 20% a vehículos eléctricos chinos representa una barrera importante. Aunque no debemos cerrarle la puerta a China, nuestra prioridad debe ser desarrollar una cadena de valor nacional, cumpliendo con nuestros compromisos internacionales y generando empleos locales.

Finalmente Doctora, ¿qué estrategia de comercio internacional debería seguir México en materia energética?

México debe apostar por un libre mercado regulado con reglas claras y consistentes. Un ejemplo son las disposiciones administrativas en electromovilidad, que permiten una apertura inicial para después dejar que el mercado se autorregule. Esto, combinado con una estrategia que fomente el contenido nacional y la capacitación de la mano de obra mexicana, nos permitirá consolidar un sector energético competitivo y sostenible.

Muchas gracias Doctora Yolanda Villegas por este espacio de tu tiempo para compartir ideas y conceptos con los lectores de Energy Insights.

Gracias a ustedes por la invitación.

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